La educación en ciberseguridad y el fomento de prácticas seguras en el entorno digital son esenciales para garantizar que las personas puedan beneficiarse de estas aplicaciones sin comprometer su bienestar mental ni su seguridad online. Establecer contraseñas seguras, mantener la aplicación con las últimas correcciones de seguridad o prestar atención a las políticas de privacidad son algunas de las recomendaciones a seguir.
En la actualidad hay una gran variedad de aplicaciones diseñadas para ayudar a las personas a controlar y mejorar su salud mental, así como otros aspectos físicos y bienestar. Según un estudio elaborado por una firma de investigación de mercado entre 2019 y 2021, el mercado de las apps de salud mental creció un 54,6%. Estas aplicaciones, que abarcan desde aquellas diseñadas para meditar y gestionar el estrés, hasta las que ayudan en la pérdida de peso, el seguimiento del sueño y la promoción de hábitos de vida saludables, ofrecen numerosas ventajas y beneficios para los usuarios.
Sin embargo, en medio de este panorama de innovación y avances tecnológicos, es importante que los usuarios tengan en cuenta que la descarga y uso de estas plataformas pueden presentar desafíos de ciberseguridad específicos.
En la realidad digital actual, la salud mental y la ciberseguridad están conectadas directamente. Es un hecho que son varias las empresas cuya única finalidad es comprar y vender datos a terceros. Por eso, en un entorno en el que la discreción debe ser la prioridad, dada la naturaleza altamente personal de información que se comparte en estas aplicaciones.
"Es fundamental destacar y ser conscientes que la intersección entre la salud mental y la seguridad cibernética plantea desafíos significativos en el entorno digital actual. A medida que estas aplicaciones ganan terreno en la vida de las personas, es importante que los usuarios tengan en cuenta a qué se exponen", explica Miguel Rego, director del Área de Ciberseguridad en IMMUNE Technology Institute.
"La protección de datos personales y de salud es uno de los aspectos crucial que debe abordarse con seriedad. La educación en ciberseguridad y el fomento de prácticas seguras en el entorno digital son esenciales para garantizar que las personas puedan beneficiarse de estas aplicaciones sin comprometer su bienestar mental ni su seguridad online", previene Rego.
La escuela de formación tecnológica ha analizado los aspectos clave que el usuario debe de tener en cuenta sobre cómo protegerse a la hora de utilizar este tipo de aplicaciones:
- Fuente y reconocimiento de la aplicación: es recomendable descargar aplicaciones de salud mental solo desde fuentes confiables, como son las tiendas oficiales (App Store de Apple, Google Play Store), así como hacer un pequeño análisis de la aplicación, y leer las reseñas de otros usuarios para asegurarse de que es segura y efectiva.
- Permisos de la aplicación: es algo que el usuario suele pasar desapercibido, y a lo que se debería de dar más importancia. Siempre que el individuo vaya a instalar una aplicación debe revisar primero los permisos que solicita y acepta, así como la política de privacidad. Es importante asegurarse de que los permisos sean coherentes con las funciones de la aplicación y no otorgar acceso innecesario a los datos personales o de salud.
- Actualizaciones: para evitar amenazas cibernéticas es importante mantener la aplicación con las últimas correcciones de seguridad y actualizaciones. Esta medida no solo protege los datos personales y de salud del usuario, sino que también mantiene la compatibilidad y el rendimiento de la aplicación, asegurando una experiencia más segura y fluida.
- Contraseñas seguras: en caso de que la aplicación requiera de una contraseña, es importante elegir una que sea sólida y única, así como evitar utilizar la misma contraseña en múltiples aplicaciones. Además, habilitar la autenticación de dos factores cuando sea posible también protegerá al usuario de posibles ataques cibernéticos.
- Cierre de sesión y eliminación de la app: cuando el usuario no esté utilizando la aplicación es importante que la sesión esté cerrada, algo especialmente importante si se comparte el dispositivo con otras personas o si se pierde el acceso. Mantener la sesión abierta podría permitir que otros accedan a datos sensibles sin autorización. Por otro lado, la eliminación de la app y de los datos que hay en ella cuando se decide no seguir utilizándola es clave, ya que de esta forma no quedan rastros de información confidencial en el dispositivo, lo que reduce el riesgo del robo de datos.
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Fuente original: Comunicae.es.