Después de disfrutar de las vacaciones, los menores de edad vuelven al colegio para enfrentarse a un nuevo curso lleno de retos. Ya se sabe que la educación también tiene que hacer frente a todas las novedades que la tecnología está trayendo, entre ellas, la Inteligencia Artificial, lo que implica que profesores y estudiantes tengan que aprender a convivir con ella. Las posibilidades que ofrece la IA son tan versátiles que ya se está integrando en los métodos de enseñanza tradicionales. Sin embargo, como toda innovación tecnológica, también presenta desafíos tanto para los profesores como para los alumnos.
Según el último informe de Qustodio, plataforma líder en seguridad online y bienestar digital para familias, ‘Nacer en la era digital: La generación de la IA’, el 19,6% de los menores a nivel global accedió a OpenIA en 2023, siendo una de las webs más visitadas del año. En España, este porcentaje es incluso superior, alcanzando el 21,4%.
Cada vez son más los alumnos que utilizan la IA para ayudarse en sus trabajos o estudios. De hecho, según una encuesta de Impact Research y Walton Family Foundation, el 42% de los estudiantes ha utilizado ChatGPT como herramienta de apoyo o de información. Además, también ofrece un aprendizaje personalizado, ya que los sistemas de IA pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante.
Pese a esto, también presenta una serie de riesgos, como puede ser un aprendizaje superficial o la falta de pensamiento propio. Como la popularización del uso de la IA está suponiendo para el sector educativo nuevos desafíos, los expertos de Qustodio ofrecen una serie de consejos para garantizar una relación positiva entre esta tecnología y la educación:
- Establecer normas y límites claros. Es importante que el centro educativo regule su uso en lo que se refiere a herramientas de IA en el aula. Esta labor también debe continuar desde el entorno familiar, estableciendo límites en el hogar.
- Fomentar el pensamiento propio. Aunque se utilice la IA, los alumnos tienen que considerarla como un apoyo a su trabajo. Se les pueden mostrar recursos pero siempre enfocados a realizar un análisis y crear opiniones propias.
- Impulsar la creatividad. La Inteligencia Artificial permite innovar, crear fotos o vídeos que pueden ayudar a los alumnos a ver las cosas de manera diferente, además de explorar nuevas vías de comunicación o expresión.
- Privacidad y protección. Es importante que las herramientas de IA garanticen la seguridad de los alumnos. Para ello, hay que informarse sobre cómo estas herramientas recogen, guardan y utilizan los datos. Además de establecer medidas preventivas para proteger la información personal de los menores.
- Responsabilidad digital. Educar al alumnado en el uso de la Inteligencia Artificial es primordial. Fomentando un uso seguro y responsable de estas herramientas se pueden evitar situaciones negativas como el ciberacoso, la suplantación de identidad, los fraudes o la desinformación.
Para Emily Lawrenson, Communications Manager de Qustodio, "la IA puede ser un recurso muy valioso en el entorno educativo cuando se implementa de manera positiva y con límites. Es fundamental preparar a los estudiantes para el mundo digital actual y futuro, ayudándoles a comprender los beneficios y riesgos de la IA para poder sacar el máximo rendimiento".
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Fuente original: Comunicae.es.